viernes, septiembre 08, 2006

DOCUMENTO 3: GOYA



Francisco de Goya y Lucientes, "El sueño de la razon produce monstruos", grabado de la serie Caprichos.


Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828)
Pintura mural pasada a lienzo: 1,40 X 4,38 m.
Pintura española (S. XVIII)


El Aquelarre formaba parte de la serie compuesta por catorce obras, llamadas Pinturas Negras, que Goya realizó en las paredes de la denominada Quinta del Sordo, entre los años 1820 y 1824. Esta obra se encontraba emplazada sobre la pared más larga del comedor de la planta baja, en el que le acompañaban Leocadia, Dos viejos, Saturno, Judith y Holofernes y la Romería de San Isidro.

La propiedad de esta casa de campo de la herencia de Goya pasó por diferentes manos antes de que la adquiriera un banquero belga, el barón Frederic Emile d’Erlanger. Es en este momento, 1873, en el que las pinturas fueron pasadas a lienzo por el restaurador del Museo del Prado, Salvador Martínez Cubells. La intención del barón era exponerlas en la Exposición Universal de París en 1878, con la idea de venderlas. La operación no obtuvo el éxito deseado, y optó, tres años después, por donarlas al Museo del Prado.

Después de la muerte de Goya, Antonio Brugada había realizado un inventario de estas obras y había propuesto una serie de nombres para cada una de ellas, nombres, que en algunos casos, fueron completados o cambiados posteriormente por la crítica especializada. Brugada tituló esta pintura El gran Cabrón, pero también se la conoce como Reunión de brujas (Imbert), Escena sabática (Sánchez Cantón) o El Aquelarre (Viñaza).

Las interpretaciones son tan variadas como las denominaciones y también las relaciones creadas con las otras pinturas del comedor. ¿La muchacha del manguito significa la iniciación de una joven bruja, o simplemente es una espectadora?. ¿La figura monumental de la izquierda es la imagen de Capricornio, que está a su vez bajo la influencia del planeta Saturno cuyo temperamento lo relaciona con la melancolía?. Lo único claro es que Goya nos propuso una masa enajenada que presencia un ritual concreto para gente iniciada.

La composición también responde a estos principios: el grupo se congrega en torno a una figura geométrica, el óvalo, donde cada uno de los elementos está en función de ese semicírculo que se recorta sobre un fondo neutro. Solamente destacan tres personajes: el gran sacerdote representado por el macho cabrío en contraluz, la bruja desfigurada y luminosa y, por último, esa joven vestida a la manera de la época que asiste algo apartada al ritual.






Los Fusilamientos del 3 de Mayo
Pintado: 1814.
TAMAÑO ORIGINAL: 266 X 345 cm.
Encargada por el Rey junto a "La lucha con los Mamelucos" para inmortalizar la resistencia del pueblo de Madrid a las tropas de Napoleón. Posiblemente fue realizada sobre apuntes hechos por Goya del natural. El dramatismo es acentuado por la nocturnidad y la composición simétrica de los actores; los fusilados con rostros llenos de sentimiento y los soldados de espaldas, sin cara, máquinas del mal...





El texto es un fragmento de la obra de teatro El sueño de la razon, de Antonio Buero Vallejo, de 1970.





Isidro, el criado de Goya, al contemplar las estampas de "Los desastres de la guerra" que su amo le enseñaba, le pregunta horrorizado: "Señor, para qué pinta usted estas barbaries de los hombres?" Y Goya le contesta,"Las pinto para tener el gusto de decir eternamente a los hombres que no sean bàrbaros".


http://www.artchive.com/galleries/goya/view1.html



http://www.wga.hu/frames-e.html?/html/g/goya/9/index.html