viernes, septiembre 08, 2006

DOCUMENTO 4: EL CHE



Texto A.

Yo tuve un hermano.
No nos vimos nunca
pero no importaba.

Yo tuve un hermano
que iba por los montes
mientras yo dormía.

Lo quise a mi modo,
le tomé su voz
libre como el agua,
caminé de a ratos
cerca de su sombra.

No nos vimos nunca
pero no importaba,
mi hermano despierto
mientras yo dormía,
mi hermano mostrándome
detrás de la noche
su estrella elegida.

(Julio Cortázar)


Texto B:

Así estamos, consternados, rabiosos, aunque esta muerte sea uno de los absurdos previsibles. Da avergüenza mirar los cuadros, los sillones, las alfombras; sacar una botella del refrigerador, teclear las tres letras mundiales de tu nombre en la rígida máquina que nunca nunca estuvo con la cinta tan pálida. Vergüenza tener frío y arrimarse a la estufa como siempre, tener hambre y comer esa cosa tan simple, abrir el tocadiscos y escuchar en silencio sobre todo si es un cuarteto de Mozart. Da vergüenza el confort y el asma da vergüenza, cuando tú comandante estás cayendo … ametrallado, fabuloso, nítido… eres nuestra conciencia acribillada. Dicen que te quemaron... con qué fuego van a quemar las buenas buenas nuevas, la irascible ternura que trajiste y llevaste con tu voz, con tu barro. Dicen que incineraron toda tu vocación menos un dedo… basta para mostrarnos el camino, para acusar al monstruo y sus tizones, para apretar de nuevo los gatillos.

Así estamos, consternados, rabiosos, claro que con el tiempo la plomiza consternación se nos irá pasando, la rabia quedará, se hará más limpia. Estás muerto, estás vivo, estás cayendo, estás nube, estás lluvia, estás estrella… Donde estés … si es que estás … si estás llegando… aprovecha por fin a respirar tranquilo, a llenarte de cielo los pulmones. Donde estés … si es que estás … si estás llegando … será una pena que no exista Dios. Pero habrá otros, claro que habrá otros dignos de recibirte comandante (Mario Benedetti)

TEXTO C:

Te han cubierto de afiches, de pancartas, de voces en los muros, de agravios retroactivos, de honores destiempo. Te han transformado en pieza de consumo, en memoria trivial, en ayer sin retorno, en rabia embalsamada. Y quizás han resuelto que la única forma de desprenderse de ti o dejarte al garete es vaciarte de lumbre, convertirte en héroe de mármol o de yeso y por lo tanto inmóvil o mejor como mito o silueta o fantasma del pasado pisado; sin embargo tus ojos interminables, Che, miran como si no pudieran mirar, asombrados tal vez de que el mundo no entienda que treinta y tres años después sigues bregando dulce y tenaz por la dicha del hombre. (Mario Benedetti)


TEXTO D: LEON FELIPE

El Gran Relincho

The most beautiful neigh of the world *





Al Che Guevara, mi gran amigo

Siempre fuiste un condotiero apostólico y evangélico y un niño atleta y valiente que sabías dar el triple salto mortal y caer siempre en tu sitio. Ahora también has caído en tu sitio. Yo sé dónde estás, y ahí mismo, te mando un abrazo y estos versos:





La gente suele decir, los americanos,

los norte-americanos suelen decir:

León Felipe es un "Don Quijote"

No tanto, gentlemen, no tanto.

Sostengo al héroe nada más ...

y sí, puedo decir ...

y me gusta decir:

que yo soy Rocinante.

No soy el héroe,

pero le llevo sobre el magro espinazo de mis huesos

y le oigo respirar ...

y he aprendido a respirar como él...

y a injuriar

y a blasfemar

y a maldecir

y a relinchar.

A mí me gusta mucho relinchar.

"¡Oh, hideputas! ... estos malos encantadores que me persiguen"

¿Cómo es aquel relincho, americanos?

Aquel que empieza:

¡Justí-í-í-cia!!

Aquí el acento cae sobre la i,

muy agudo y sostenido

como un vibrante y estridente cornetín:

¡Jus-tí-í-í-í-cia!! ¡Qué bonito relincho!



A Rocinante le gusta mucho relinchar.

Y a mí también me gusta mucho relinchar.

Tenéis que aprender, americanos.

Venid. Vamos a relinchar ahora,

ahora mismo todos juntos,

desde el capitolio de Washington...

fuerte, fuerte, fuerte...

hasta que el relincho llegue a Viet Nam

y lo oigan todos los vietnamitas,

y a Cuba también

y lo oigan todos los cubanos,

como el cornetín

de la gran victoria universal,

hasta que lo oigan los hombres todos de la tierra

como el cese definitivo de todas las hostilidades del planeta.



¡Justí-í-í-í-cia! ¡Oh, qué hermoso relincho!

The most beautiful neigh of the world.



(*El más hermoso relincho del mundo.)