sábado, septiembre 09, 2006

DOCUMENTO 7: EL GRECO - MANUEL MACHADO





EL CABALLERO DE LA MANO EN EL PECHO
(EL GRECO)

Este desconocido es un cristiano
de serio porte y negra vestidura,
donde brilla no más la empuñadura,
de su admirable estoque toledano.

Severa faz de palidez de lirio
surge de la golilla escarolada,
por la luz interior, iluminada,
de un macilento y religioso cirio.

Aunque sólo de Dios temores sabe,
porque el vitando hervor no le apasione
del mundano placer perecedero,

en un gesto piadoso, y noble, y grave,
la mano abierta sobre el pecho pone,
como una disciplina, el caballero.

MANUEL MACHADO


Texto informativo complementario
Aquí tienes un retrato, género pictórico caracterizado por reflejar uno o varios personajes, mostrándonos tanto su apariencia física como, sobre todo, su psicología.

Este cuadro nos muestra un caballero contemporáneo de El Greco, un hidalgo del siglo XVI, retratado por Domenicos Theotocopoulos de una manera realista y delicada. Podemos recrearnos con la finura de su vestimenta, alzacuellos y puño de cuidada factura y la maravilla de orfebrería de la empuñadura de su espada y el colgante de oro. Eran realmente elegantes en aquella época los nobles, sólo ellos tenían derecho a portar armas y solían vestir casacas y chaquetas de piel o de ante, se adornaban con joyas diversas y , al igual que puedes ver aquí, el cuello y los puños se realzaban con puntillas blanquísimas y almidonadas, que contrastaban con el negro del resto del traje. Almidonar costaba carísimo en la época pero los españoles de entonces preferían gastarse el dinero en su aspecto externo que en otras cosas como comida o casa. La dignidad del caballero castellano era lo primero.

Su rostro es serio y severo, mostrándose distante y poco comunicativo. No le apreciamos gestos de complicidad o que permitan exteriorizar sus sentimientos. Serio y formal se presenta ante nosotros poniéndose la mano derecha sobre el pecho, con los dedos anular y corazón juntos, lo que produce un efecto estético de delicadeza y sensibilidad. Nuestro amigo, de mediana edad, tiene barba y bigote y profundas entradas en la frente.

Sobre su identidad no estamos seguros. Lo que se ve claramente es una tara física grave en el hombro izquierdo, que se encuentra desprendido. Se ha llegado a pensar que se trataba del propio Miguel de Cervantes, el famoso autor de El Quijote por su deformidad en el hombro y brazo izquierdo (Cervantes fue herido en la batallla de Lepanto, 1571, y apodado por eso “el manco de Lepanto”). Más probable parece que sea D. Juan de Silva, marqués de Montemayor, quien, en la batalla de Alcazarquivir (1578) recibió un arcabuzazo que le dejó el brazo inhábil. Sea como fuere, el caballero está prestando juramento de algún cargo, dada la postura de la mano y la espada (utilizada como elemento ceremonial)..

El fondo neutro (grisáceo) no nos distrae de la contemplación del personaje y nos acentúa el negro de su vestimenta y el color pálido de su piel. A pesar de pintar sus rasgos físicos, El Greco nos oculta su personalidad , su mirada es profunda y abstraída.

El autor compensa correctamente las líneas verticales (rostro, empuñadura) con las horizontales (mano). La pose es casi totalmente frontal, lo que junto con su seriedad e inaccesibilidad, nos lo hacen aparecer como frío y sereno.

Es uno de los primeros retratos de El Greco y, sin duda, el más famoso de todos los que hizo de la nobleza toledana contemporánea. Siempre ha sido considerado como el prototipo de "lo español", el típico hidalgo.

El cuadro sufrió recientemente una polémica restauración que alteró la visión tradicional que del mismo habíamos tenido. Ahora se parece más a cómo era originariamente, ya que en el siglo XVIII fue oscurecido y agrandado para adaptarlo al gusto de la época. Como complemento de la exposición puedes leer dos artículos periodísticos alusivos a la restauración comentada.



6.-COMENTARIO DEL CABALLERO CON LA MANO LLEVADA AL PECHO



1.-ANALISIS FORMAL:


En su composición el elemento más destacado es la luz, que se concentra en el rostro y la mano ayudando a la concreción de la figura. El gesto melancólico e introvertido, dominado por una serena tristeza que emana de los ojos, es el reflejo de una hidalguía confirmada por la vestimenta y el atuendo personal: la barba recortada en punta, resalta sobre la golilla cuidadosamente trabajada, elemento típico de la indumentaria de la época que aquí se utiliza para establecer la transición entre el cuerpo y la cabeza y para remarcar la concreción del rostro, ya que se representa como una aureola que lo rodea, lo mismo que la “puñeta” que antecede a la mano, verdadero prodigio de realismo. La mano reposa sobre el pecho en actitud natural, con los dedos entreabiertos como expresión de confesión íntima. El tema es un retrato individual.

En esta obra El Greco realiza un retrato de un personaje desconocido -se ha querido personificar en él al caballero español del Siglo de Oro- en el acto de recibir la «Fe de Caballero», según se desprende de la posición de la mano y la presencia de la magnifica empuñadura de la espada; alejándose del gusto veneciano adopta un formato y composición muy apropiado al gusto castellano: plantea un retrato de busto, situando al personaje de frente sobre un fondo neutro en el que destacan el ritmo de las carnaciones, el blanco y el brillo de la empuñadura y una sutil cadena en la que se apoyan los dedos de la mano extendida. El gesto elegante, el joven caballero está sobriamente vestido, con una sobriedad calculada que se transforma en elegancia, y la expresión de serenidad y melancolía no ocultan una mirada resoluta y audaz que definió a un estilo de vida de aquella época de finales del reinado de Felipe II.

2.-ESTILO ARTISTICO Y PAIS:

Esta obra pertenece al renacimiento español, del estilo manierista de la época del cinqueccento.

3.-CRONOLOGIA:

El cuadro data del año 1579.

4.-NOMBRE DE LA OBRA:


El Caballero de la mano en el pecho, obra pintada por El Greco conservada en el Museo del Prado de Madrid, es sin duda su más famoso retrato. Debió de realizarlo hacía 1579, aunque la fecha de los retratos es difícil de conocer, ya que existía la costumbre de no realizar contratos con estas obras, se trata, sin duda, de una de las primeras obras pintadas en Toledo caracterizadas por la factura alisada de definición muy realista.










5.-NOMBRE DEL AUTOR:

Pintor manierista español considerado el primer gran genio de la pintura española. El Greco (que quiere decir el griego) nació en 1541 en Candía, Creta, que por aquel entonces pertenecía a la república de Venecia. Su nombre era el de Domenikos Theotokopoulos. Poco se sabe de los detalles de su infancia y aprendizaje pero posiblemente estudió pintura en el pueblo en que nació. A pesar de que sus primeras obras no han llegado hasta nosotros, probablemente pintó en un estilo bizantino tardío, como era habitual en Creta en aquella época. En obras posteriores aún pueden observarse reminiscencias de ese estilo.